MITOS Y VERDADES ACERCA DE LA EYACULACIÓN PRECOZ

Dr. Octavio Féliz Vidal. Terapeuta Familiar

Emilio se apresura. Camina velozmente al encuentro furtivo con Carmen, una mujer 15 años mayor que él. A sus 16 años no ha tenido aún su primera relación sexual con penetración. 

Su corazón de nobel amante late agitado y sus manos sudan mientras espera, en la casa en construcción, a la mujer con quien convino el encuentro. Al fin la esperada cita que se materializó estando ambos de pie y con la presión de ser vistos por los vecinos del lugar. La actuación del joven no sobrepasó el minuto.

Los siguientes encuentros resultaron emocionantes y rápidos. Pero Emilio no hizo conciencia de su problema hasta los 24 años cuando ya casado, su mujer de 23 años, le reclamó que eyaculaba muy rápido. 

Hay muchos hombres que por un mal aprendizaje sexual eyacular muy rápido. No hay un tiempo estándar para definir la Eyaculación precoz, pero varios textos promedian entre 3 y cinco minutos el tiempo para eyacular. No es muy difícil que un hombre sobrepase los 10 ó15 minutos, y aún más tiempo, con cierto nivel de entrenamiento. 

Hay variedades de eyaculadores precoces. Algunos eyaculan antes del minuto, otros al penetrar y sentir la humedad vaginal y los más graves lo hacen de solo observar a la pareja desnuda.

Lamentablemente la poca educación sexual y nuestras creencias erradas acerca del sexo hacen que muchos eyaculadores precoces no acudan a Terapia Sexual. La Eyaculación Precoz es de las disfunciones sexuales que se resuelven con más facilidad en la consulta del sexólogo. Se logra con tareas de Terapia Sexual y no requiere medicación. Pero muchos hombres no acuden a la consulta por vergüenza. El acompañamiento de la pareja es útil. Pero pueden acudir solos y hay protocolos de tratamientos para hombres que acuden solos y son muy efectivos.

Los métodos que la gente utiliza para superar la Eyaculación Precoz normalmente no funcionan. El clásico contar ovejas, mientras tienen relaciones o piensa en algo que lo distraiga no funciona y no es recomendable, porque no permite el disfrute de la relación sexual.

La base teórica del tratamiento descansa en eliminar el mal aprendizaje sexual y erradicar el reflejo rápido que se ha creado y que provoca que el eyaculador precoz no tenga control de su eyaculación. La descarga le llega sin su permiso y sin que él pueda controlarla.

Con la Terapia Sexual se logra un reaprendizaje que permite que el hombre tenga control sobre su reflejo eyaculatorio y que mejore su relación de pareja, la cual se somete a mucha tensión psicológica cuando existe está disfunción sexual.