Foto vieja.-

A raíz de todas mis publicaciones que  realice en el VIEJO año 2017, no solo torneo deportivos, sino conferencias, charlas e intercambios. Y ahora  iniciamos con los torneos provinciales a partir del 27 de cursante mes, en sus diversas categorías, ha coincidido con el Congreso Eleccionario de la Federación Dominicana de Ajedrez- FDA-, como es lógico, la Constitución de la República Dominicana, establece  en uno de sus articulados, el Derecho de Elegir y Ser Elegido, al igual los rezan también los estatutos de la FDA, y cada Elector o votante tiene de una u otra forma su simpatía por las planchas de sus preferencias, que  se vayan a presentar el domingo 28 de Enero, en los salones DR. Pachón Matos Rivera-, de la FDA.

Mis artículos ningunos son ofensivos a las buenas costumbres y sana convivencia, a pesar que estemos ubicados a 190 kilómetros del Distrito Nacional, capital de la República Dominicana, en la que responderé mañana viernes con dos fotos viejas una netamente patriótica y la otra tomada del grupo foro ajedrecistasRD., de corte ajedrecístico también, en las que se conjugan dos hechos históricos que ningún estudiosos de la historia podrá negar, pero lamentablemente  estamos antes distorsionadores que en ocasión evocan la “verdad” y en otra se le olvidan lanzando despiadadamente sus dardos envenenados.- Hagan las comparaciones y verán por dónde anda la verdad.

Nunca le responderé a nadie con sus calumnias despiadadas haciéndole daño a una gran familia que somos todos el ajedrez nacional,  porque ese es su modus vivendi, en el trayecto de su ciclo biológico toda una vida.

El ajedrez es un juego suis generis, es decir, muy especial distintos a los demás deportes, en las que se conjugan varias variables, que por ser Juego Ciencia, intervienen los pasos del método científico, en la que el atleta debe dominar a perfección lamentablemente.

Este último párrafo, me recuerda un jugador dominicano, que por cierto muy intuitivo, que indica que le faltaba desarrollar el otro hemisferio del cerebro el izquierdo, el cual nunca alcanzó y se le hizo imposible alcanzar el estrellato internacional.